2/10/13

España, tres décadas de un país en venta (2ª parte)


(<- Primera parte del artículo)




Privatizaciones del Gobierno Popular.
El proyecto de ofertas sobre empresas públicas iniciada por los socialistas, encontró perfecta continuidad a superior ritmo en los populares, ejecutando estos, unas ventas más traumáticas para el pueblo español, por ser de corporaciones de alto rendimiento, las llamadas Joyas de la Corona.


Tabacalera, Gas Natural, ENA, Telefónica, Aldeasa, Acelaria, Endesa, Repsol, Argentaria, Ence, Indra, Red EléctricaIberia, CASA.

Como nota destacable, bastantes empresas privatizadas en este periodo, con los beneficios que rentaban en tan sólo 3 años, cubrían el precio al que fueron vendidas.

Para calcular el daño de estas medidas, tomemos de las mostradas únicamente a las empresas de telecomunicaciones y energía, que durante el ejercicio contable del año 2011, sus beneficios sumaron un total de 12.177 millones de Euros. Encabezadas por Telefónica (5.403) y seguidas por Repsol (2.193), Endesa (2.191), Gas Natural (1.325), Red Eléctrica (460) e Indra (181).

Si estos 12.177 millones los hubiera ingresando el Estado, en lugar del sector privado, el déficit público, que en 2012 preveía el Gobierno fuese del 4,5%, habría estado por debajo del 3’3%, cumpliendo así más del 3,6 indicado en el plan de austeridad europeo, evitando con esto todos los recortes sociales.

Pero no sólo una compañía rentable aporta un gran caudal de dinero al Estado, que no es otra cosa que el conjunto de la sociedad del país (sino existiera esta escoria política), también aporta otra serie de beneficios, para los que podríamos escoger a cualquiera de estas empresas, pero quedémonos con Telefónica.

Como empresa pública, creaba muchísimo más empleo que como privada (lo que se traduce en mejor calidad del servicio), estableciendo una inmensidad de puestos de trabajo, tanto cualificados como sin cualificar, generando unos puestos que pasaron de 80.000 empleados nacionales durante 12 años (1/4 fijos), a quedar en 30.000 durante el 2012.


De ser empresa pública, la mayoría de sus trabajadores totales (130.000) serían españoles, originando aún más puestos ocupacionales en el país, al contrario del funcionamiento privado que tiende a la deslocalización en países en vías de desarrollo para ahorrar costes en personal (ejemplo de teleoperadores sudamericanos).

Con un funcionamiento transparente, al no detentar los mismos intereses del oligopolio en el sector, habría sido una empresa más que rentable que crearía una competencia limpia, sin inflar desorbitadamente los precios. Lo que se traduce en unos costes más reducidos para todos los usuarios del servicio, no como en la actualidad, donde poseemos una telefonía y ADSL más caros de Europa.





Gobiernos sucesivos
En cuestión de estructura económica, los siguientes gobiernos de J.L. Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, podrían calificarse de continuistas.


Así como el gobierno de Aznar fue continuista del de Gonzales, aunque con una óptica más liberal y algo menos social, como comprobaremos en el siguiente apartado.

Por su parte el Sr. Zapatero no suspendió el proceso de la burbuja inmobiliaria, empleando sus réditos hasta el estallido y al igual que sus antecesores, mantuvo la ruta de las privatizaciones de las entidades públicas que aún quedan en la nación. Proyecto inacabado que aún prosigue Mariano Rajoy, destacando la intención de vender las rentables loterías del estado, los aeropuertos y el plan de privatizar las cajas de ahorros, cuando todas estas entidades estén a flote y saneadas.

Durante ambos gobiernos, fruto de la crisis, hemos sufrido la aprobación de los mayores recortes en derechos sociales y laborales.

Mientras en el horizonte se vislumbrada la privatización de la sanidad, quizás no a un 100% durante las próximas generaciones, pero sí a un porcentaje notable.
Al igual que con la privatización del agua, ambos procesos se han iniciado hace unos años.


Puede que también la educación, que ya se ha visto severamente perjudicada, también proceda a su gradual desmantelamiento.

Y esto sí que nos parece doler, en algo tan cercano.
Ahora las privatizaciones no se ven con tan buenos ojos, cuando son en cuestiones tan próximas.
Pero la riqueza que se ha regalado o mal vendido a amiguetes y socios, con la que este país podría tener una potencia económica bien diferente, para esas privatizaciones somos más indolentes o la contemplamos de mejor grado.





Primer gobierno del Partido Popular.

 

Presidente honorario, el mejor gobernante habido en España, el gran estadista… Son epítetos atribuidos a la persona de José María Aznar.
Introduzco con calzador este apartado independiente, pues aunque los populares crearon el mismo o peor daño que sus antecesores, parece que por el breve repaso cronológico realizado sobre el PSOE, me haya centrado más en los socialistas, dejando en mejor lugar a los de la derecha, como si nos hubieran creado menor perjuicio.
Así que para que no me acusen de partidista y porque en una importante parte del imaginario colectivo, el gobierno del Sr. Aznar ha sido el más beneficiario para España, veamos la otra cara menos benevolente de la historia:



Su mandato da comienzo en el última etapa de recuperación de la crisis de 1992, cuando un año después de su envestidura al poder, en 1997 se inicia una época de bonanza mundial, donde España comienza a vivir su particular periodo del “milagro español”, atrayendo inmensas cantidades de dinero que repletan las arcas gubernamentales, entre otros factores debido a:

o Nuestro país era receptor neto de los fondos europeos, iniciando una percepción histórica de ingresos desde 1998 al 2006.
Con unos fondos totales de 50.000 millones de euros durante el gobierno popular.

o El aumento del precio de la vivienda (sufriendo un alza de hasta el 130%) más el de la elevación significativa del consumo (aunque principalmente fueran importaciones) sumo una recaudación del IVA más que notable.

o Gracias a la ley de suelo, los ayuntamientos (que siempre siguieron endeudados) hicieron las mayores ganancias de su historia comerciando a espuertas con sus terrenos comarcales.

o En 1996 y 1997 se vendieron las últimas participaciones de Repsol y Telefónica por valor de 20.000 millones de euros.
Con un total de 35.000 millones de euros por privatizaciones.


o En un país con 8% de paro estructural, se le dio entrada a 3 millones de inmigrantes (lo que añade aún más obra de mano barata)

o Aún con todo el dinero obtenido, el proceso de privatización superó al socialista en sus 12 años de gobierno.

o Descenso del 16% en los fondos destinados a los servicios sociales, el -30% de construcción en viviendas de protección oficial, un descenso drástico en inversión de I+D, más una ínfima financiación en formación y tecnología.

o Se flexibilizó el mercado laboral, ahondando la precariedad laboral. Mientras que los beneficios empresariales crecían por encima del 30%, los salarios aumentaron por debajo del 3%. El incremento de los salarios era menor al de los precios causando que el poder adquisitivo de los trabajadores se redujera un 4%, siendo España el único país de toda la Unión Europea donde se produjese este retroceso.
Mientras que los contratos temporales aumentaron hasta llegar a representar 1 de cada 3 puestos de trabajo, siendo esta cifra un 250% superior a la media europea, por lo que la propia Unión nos recomendaba una subida de casi el 100% de nuestro execrable salario mínimo interprofesional.
Subida que nunca llegó a producirse.

  
o A destacar una propuesta impedida:
Gracias a la enorme movilización ciudadana, el decreto-ley conocido coloquialmente como el decretazo, no llegó a ser instaurado. El cual constaba entre varios puntos, de los siguientes:
-Desaparición del subsidio agrario.
-Supresión del desempleo para fijos discontinuos y trabajadores de contratación periódica.
-Los despedidos con vacaciones acumuladas no podrían ser cobradas.
-El percibir la indemnización por año de trabajado, suponía rechazar la prestación por desempleo.
-Por despido improcedente determinado por un juzgado, exoneraba al empresario de pagar el salario del trabajador desde el despido hasta el fin del juicio.

Más otras medidas varias, que en resumidas cuentas perseguían que con el decretazo se dejara al 54% de los desempleados sin ninguna prestación.

Y con todas estas fórmulas recaudatorias, se obtuvo destacables beneficios para el país, como el logro de una remarcada bajada del déficit público, así como el descenso de la deuda interna y de la deuda publica y se aumentó el empleo, llegando la tasa de paro al 10’3%. ¿Pero cual es realmente el legado?

La verdadera herencia dejada y no los beneficios caducos, radicó en el legado de la nada o la continuación de la catástrofe.
Pues se subió a la nación en una nube de gas que desapareció al instante para darnos de bruces contra el suelo.
En el fomento de una economía efímera, basada en la especulación y no en la producción, reporta el embolsamiento de ingentes ingresos durante el tiempo que se pueda, pero todo lo que es fugaz basado en pilares de humo, desaparece. Volviendo a tener la España que siempre hemos tenido sin estructuras económicas estables.



Antes de pasar a la siguiente sección, ahondemos algo más para recalcar porqué el gobierno popular agravó la futura crisis. En una depresión que de cualquier modo, sería inevitable por su carácter mundial y por los cimientos endebles de nuestro patrimonio.


Para impulsar el sector de la construcción y convertirlo en principal motor de la economía, se eliminaron las trabas administrativas que suponían edificar en función de la demanda previsible.
Simplificando los tipos de suelo a tres modelos: urbano, urbanizable y no urbanizable.


Con un cambio crucial con el que ahora salvo que esté expresamente prohibido por una disposición jurídica, todo suelo es, a partir de ese momento, urbanizable.
Aumentando así drásticamente la oferta de terrenos.

A lo que si se suma, la modificación de la normativa para que los tipos de intereses bancarios fijos, pasaran a ser todos variables, obtenemos como resultado, un inflamiento de la burbuja económica, de la magnitud que el gusto de cada cual quiera otorgarle.

O relatado de forma audiovisual, lo que relata este resumido y estupendo vídeo, del que no concuerdo en algunos aspectos.




Aún con todo lo comentado y todavía mucho más sin exponer, la presidencia del gobierno popular caló bastante hondo en parte de la ciudadanía española. Considerándolo único y el mejor mandato hasta la fecha, en una etapa dorada de prosperidad y riquezas sin parangón.
Contemplándose como una presidencia que se enfrentó a una miseria dejando como desenlace un país de cuasi-paraíso.

Una visión, a mi antojo tan fanática como limitada, a la que se le podría responder con la misma idolatría, por boca de un devoto contrario;

Felipe González, el hombre que en 13 años consiguió que un país tercermundista se modernizara, el que tuvo que lidiar con éxito las dificultosas reconversiones industriales, el que se tragó y luchó con entereza, los años etarras más sangrantes, encima con la vecina Francia amparando el terrorismo, el presidente que extendió la sanidad y la educación públicas hasta el último rincón de España, el que nos dio el peso político para ingresar en la OTAN y en la Unión Europea.
El presidente que tomó un país subdesarrollado y legó una nación moderna de alto bienestar.
El hombre que sentó nuestras sólidas bases democráticas.


Con este tipo de criterios, tan simples y circunscritos, volvemos a los debates de siempre y poco hay que hacer con quienes opinen así si la realidad nos ha golpeado mil veces la cara, con un daño tan profundo que no podría ser restaurado en un lapso breve sino que será heredado de generación en generación.



Máximos beneficiarios de la política.


¿Y si no es el pueblo, quienes son los que ganan?

Felipe Gonzales.
Al ex-presidente socialista se le atribuyen unas ganancias de 600.000 euros anuales. Particionados en 126.500 por ser consejero independiente de Gas Natural, empresa de la que es accionista y por la que en su cargo de asesor, ha de acudir a sus 11 reuniones anuales del consejo de administración.
Entidad a la que se le supondrá, gracias a la participación de Gonzales, la explotación y almacenamiento de gas natural en el entorno del Parque de Doñana, parque declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco y recinto natural del cual Felipe Gonzales dimitió de su presidencia un mes justo antes de su ingreso en la compañía energética.


A tal proyecto, numerosas organizaciones ecologistas, lo califican de destrucción medioambiental.

Además de su participación en Gas Natural, otra gran fuente de ingresos del Sr. Gonzales yace en sus conferencias a 80.000 euros cada una, cifra precisamente idéntica a la que ingresa anualmente por su condición vitalicia de exmandatario político.


En el 2011 junto con otros socios notables, Felipe Gonzales crea su propia empresa llamada Tagua Capital, asociación dedicada a la inversión de alto riesgo, la cual en dos años no ha conseguido despegar y se considera en estado de hibernación.
Dichos fondos de riesgo especializados, estaban enfocados hacia dos mercados; el europeo y el iberoamericano, donde el Sr. Gonzales guarda muy buenas relaciones.




José María Aznar.
Pluriempleado donde los haya, aunque no se le sospecha demasiada laboriosidad, el Señor Aznar no se conforma con los 80.000 euros anuales que rentará de forma vitalicia, gracias a su situación como expresidente del gobierno, por lo que ha ido acrecentando su fortuna en la suma de cargos y diferentes puestos, algo cuantiosos para detallarlos todos en una sección resumida, así que serán omitidos unos cuantos.



Tras el fin de su gobierno, prosiguió con la presidencia de la FAES (Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales) organización sin ánimo de lucro, dependiente del Partido Popular, que basa su actividad en el ámbito de las ideas y propuestas políticas.
La cual recibe un presupuesto público anual de 5 millones de euros, de los cuales 9.283 euros diarios (3’4 millones anuales) son públicos y el resto de donaciones y aportaciones privadas.


En el 2004 es nombrado profesor asociado de la universidad de Georgetown donde impartiría clases dos veces por semestre.
Cargo que relevó por el de evaluador de relaciones en Johns Hopkins.
Ambos sueldos se desconocen.

Al margen de clases y estudios, su caché por conferencia es de 50.000 euros, aunque puede llegar a los 90.000 euros por sesión.


En 2006 se incorpora al consejo directivo de la empresa de medios de comunicación News Corp, que remunera con 200.000 euros la labor del expresidente.
La compañía es de Rupert Murdoch, uno de los mayores magnates de los medios de comunicación del mundo, cuyas empresas fueron las encargadas de difundir la posesión de armas de destrucción masiva por parte de Iraq, cuando los agentes de la ONU no encontraron ningún indicio.
Tal posesión de armamento nuclear, fue la justificación empleada para la invasión del país.


Manteniendo sus anteriores puestos y sueldos, en el 2011 ficha por Endesa por otros 200.000 euros anuales como asesor externo.
Empresa que en 1998 bajo su mandato y directriz vio finalizado su proceso de privatización.

Desde el 2011 también presta su asesoría al consejo de la minera Barrick Gold, la mayor extractora de oro del mundo. Empresa (calificada de las más sucias y de funcionamiento antiético) que mantiene estrechas relaciones con el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, al ser éste su asesor honorario y miembro destacado de la junta de accionistas.
Se desconoce el sueldo asignado al vallisoletano.


Su último puesto lo ha adquirido en mayo de este año, como asesor de la mayor firma jurídica del mundo; DLA Piper.
Empresa en la que, diez años anteriores a su fichaje, recibió de la mano del Ministerio de Exteriores (durante el gobierno popular) la cifra de 1’7 millones de euros para que difundieran la buena imagen de J. María Aznar por EE.UU. y obtener influencias con las que por el entonces presidente, lograra la obtención de la medalla de oro del congreso.
“Acuerdo” entre ambas partes, que al provenir del gasto público fue investigado por el Tribunal de Cuentas español, que archivó el caso un año después, al argumentar la fiscalía que el objeto era un beneficio para la mejora de relaciones y de interés público.
 


Otros políticos.

Endesa es una de las varias grandes compañías nacionales, que parece optar por sujetos que alguna vez ostentaron un cargo gubernativo, ya que en tal empresa podemos encontrar en nóminas presentes o pasadas a multitud de políticos.
Como por ejemplo a Elena Salgado (PSOE) vicepresidenta que tres meses después de abandonar su cargo, se incorporó a Chilectra, filial de Endesa en Chile.
O el caso de Pedro Solves (PSOE), consejero de Enel (compañía que compró a Endesa) a un salario de 300.000 euros.
Los que podrían haber coincidido con Pío Cabanilla (PP) en el cargo de Director Corporativo, puesto que abandonó por el despacho de Director de Comunicación en Acciona.
Quizás alguno de ellos se encontrase bajo el mandato de
Miquel Roca, exdiputado (CiU) y uno de los padres de la Constitución, que compagina varios empleos, con un sueldo por parte de Endesa por valor de 684.000 euros anuales.

Y los puestos, cargos y altas retribuciones prosiguen, pero para abreviar, una imagen a modo de extracto
muy
pequeño y una lista también muy resumida.



 Rodrigo Rato.- Expresidente de Bankia - Exministro de Economía (PP).
 Eduardo Zaplana.- Asesor de Telefónica - Exministro de Trabajo (PP).
 Josep Piqué.- Presidente de Vueling - Exministro de Industria (PP).
 Jordi Sevilla.- Asesor de PwC - Exministro de Administraciones Públicas (PSOE).
 Miguel Boyer.- Consejero de Red Eléctrica Española- Exministro de Economía y Hacienda (PSOE).
 J.M. Eguiegaray.- Consejero de CASA - Exministro de Industria (PSOE).
 Josu Jon Imaz.- Presidente de Petronor - Exportavoz (PNV).
 Guillermo de la Dehesa.- Consejero de Banco Santander - Exsecretario de Estado de Economía (PSOE).
 Manuel Conthe.- Consejero de Acerinox - Expresidente de la CNMV.
 Abel Matutes.- Consejero de Banco Santander - Exministro de Asuntos Exteriores (PP).
 Ángel Acebes.- Consejero de Caja Madrid - Exministro del Interior (PP).
 Isabel Tocino.- Consejera de Banco Santander - Exministra de Medio Ambiente (PP).
 Narcís Serra.- Expresidente de Caixa Catalunya - Exministro de Defensa (PSOE).
 Virgilio Zapatero.- Vicepresidente de Caja Madrid - Exministro de Relaciones con las Cortes (PSOE).
 Jose Luis Olivas.- Presidente de Bancaja - Expresidente de la Generalitat Valenciana (PP).
 Ricardo Romero de Tejada.- Consejero de Caja Madrid - Exalcalde de Majadahonda (PP).
 Manuel Lamela.- Consejero de Caja Madrid - Exconsejero regional de Madrid (PP).
E. Rodriguez Ponga.- Consejero de Caja Madrid - Exsecretario de Estado de Hacienda (PP).

Entre esta casta (con algunos sueldos que superan el millón de euros) existen casos realmente extravagantes de trabajadores de empresas que cambian su puesto por un cargo político, políticos que van a parar a las empresas y de nuevo, el mismo recorrido en sentido inverso.
O de políticos que hacen tours por distintas compañías en las que su partido o el de la oposición, sostiene una estrecha y oscurantista relación.


Una de las evidencias que quedan patentes en la anterior lista (reitero que muy resumida) es que en España no hay oficio más lucrativo que la de ser político.

También podemos extraer corolarios por relación, tan obvios como perniciosos para la ciudadanía, de cómo se han mal vendido empresas públicas en perfecto estado de salud, a cambio de convertirse en un coladero para los políticos.
O de cómo unas de las mejores benefactoras de la sociedad, las cajas de ahorro, han sido arruinadas por esta clase y por su ambición/penosa gestión, dejando alguna de ellas en la quiebra, pero recibiendo indemnizaciones millonarias por sus dimisiones.
O cómo
entidades que sufragan las campañas políticas y donan cifras exageradas a los partidos, son especialmente favorecidas durante los mandatos
, siendo posteriormente los políticos sus futuros asalariados con altos puestos ejecutivos.


Las deducciones pueden ir más allá, sin llegar a ser erráticas, pero sí dolorosas.

Ahora, con esta información se puede comprender como por ejemplo la oligarquía energética
mantienen con la soga al cuello a la ciudadanía con sus infladísimas facturas.
Recibiendo una permisividad total por parte de los diferentes gobiernos, para que suban consecutivamente sus importes
de modo desproporcionado.
(Lo que suscita entre otros efectos, que cada vez sea más d
ifícil el sustentar una empresa en España).

Para mí al menos, hace lustros que me queda absolutamente claro, que los políticos para quienes menos gobiernan es para el pueblo, centrándose sus disposiciones en el mejor beneficio para ellos mismos y para sus jefes foráneos o conciudadanos, dueños de enormes compañías.




El  Futuro.


Estos proxenetas de la nación que tanto nos perjudican con sus políticas corruptas y tráficos de influencias, sobrepagados con financiaciones ilegales o inmorales, tienen extendidas sus redes por multinacionales, por los distintos medios de comunicación, en los jueces y tribunales, en los jerarcas militares y por cada recoveco de la sociedad que les interese, y aunque sepamos todo esto, lamentablemente a día de hoy saldrían de nuevo relegidos.
Estando a fecha de la publicación, el 30,5% de los votos para los socialistas, ante el 30,1% de los populares.


Preferencias que con la información con la que contamos y con lo que hemos vivido bajo sus gobiernos durante 30 años, no da más cabida a explicaciones que no provengan de la ceguera intelectual.

Apreciación comedida bajo forma de eufemismo, por contener el respeto, ya que se vuelve intolerable que algo que se conoce que causa tanta laceración, sea elegido una y otra vez.


Si bien, hay quienes han dado un paso hacia delante (aunque encuestas y estadísticas muestran que en ínfimas cantidades) y hablan del ya conocido bipartidismo, al nombrarlos como los diferentes brazos de un mismo cuerpo, que si bien es un adelanto respecto a los que prosiguen en la eterna batalla del PP contra el PSOE y a la inversa, no deja de ser un criterio desacertado, si su opción es bajar un sólo escalafón en la pirámide de partidos.

Pues parte de estos hastiados e irritados con gobiernos socialistas y populares, encaminan su voto hacia UPyD e Izquierda Unida.
Como si estuviera naciendo un nuevo bipartidismo, que en realidad no haría más que sustituir idénticamente al anterior (aunque a día de hoy estemos muy lejos de que esto sucediera).

Por el lado de IU, aunque ahora me detenga un buen rato para detallarlos, alguna vez hablaré más extensamente describiéndoles en un tema dedicado, exponiendo como uno de los fundamentos base, el porqué es casi inevitable que un partido político mediano o grande, sea corrompido.

Algo que en los "comunistas" resulta palpable, pues llevan como tercera fuerza política más de 27 años.
Habiendo gobernado muchos pueblos y algunas provincias, donde los beneficios sociales que supuestamente deberían establecer forzosamente por su ideología, nunca se hayan visto.

Estaría bien escuchar las justificaciones por parte del partido. Quizás las excusas fueran algo así como que hicimos lo que pudimos con el presupuesto que teníamos o el gobierno central nunca fue nuestro.

Pretextos similares a por los que apuesto, si alguna vez llegaran al gobierno.
“No podíamos hacer mucho con las condiciones que contábamos” o “durante nuestra etapa en el poder, era impracticable el mejorar notablemente las condiciones de la ciudadanía”.


Aunque en realidad conociendo como funciona IU, tiendo a razonar que realmente nunca le gustaría gobernar por el compromiso que le supone los fundamentos de su partido, en contraposición a los mandatos que les dictarán sus verdaderos propietarios.

Ya que hay que ser extremadamente inocente, para considerar que un partido con tanta solera, no haya sido más que comprado y manipulado por los mismos dueños que posee el PP y el PSOE.

Esas personas que mueven los hilos, poseen tal capacidad que le otorga su opulento capital, ejerciendo tanta autoridad, que no cabe pensar que dejen cabos sueltos o posibilidades sin cubrir que vayan contra sus chiringuitos.

Razonamiento que igualmente se les aplica a los populistas de UPyD, de los que ya se les han vislumbrado atisbos de tejemaneje, lobreguez y falta de honestidad.

De cualquier manera, ¿qué se puede esperar de los gobiernos de unos partidos que promulgan ser puramente democráticos, cuando en sus propias casas son absolutamente dictatoriales?
Siendo sus listas cerradas, impiden a sus afiliados poder votar para elegir sus cargos y así escogen los puestos a dedo por la cumbre directiva el partido, así; ¿cómo van a implantar una verdadera democracia, si funcionan de la forma más antidemocrática?

Aunque una de las excepciones que podría tener UPyD, es que si por casualidad llegase al gobierno, probablemente en forma de pacto con un partido mayor (dado el desgastado panorama político), querrían aprovechar esa oportunidad insólita, para intentar cambiar nuestro injusto sistema electoral, de modo que en un futuro aumentar con la reforma sus oportunidades de volver a ser elegidos (algo que su socio mayoritario dudo que le permitiera).
Y es que las abusivas circunscripciones o la fórmula de repartición de escaños D'hondt, son de naturaleza asimétrica, creando una grave distorsión que no refleja la votación real, procurando mayor beneficio a los partidos mayoritarios en detrimento de los pequeños.

Interés que no creo compartido por la cúpula de IU por lo comentado en la contradicción de sus obligaciones. Deducción ratificada por boca de dos de sus ex-miembros; David Torralba y Gerardo Galán, que crearon un conflicto interno, dimitiendo del partido: “Izquierda Unida pacta con partidos corruptos, de los que ha terminado por adquirir idéntica ideología y el mismo “modelo de desarrollo”, por lo que nos enfrentábamos bastante a su cúspide directiva, de la que pensamos se contenta con preservar su cuota de poder que le permita pagar a sus cargos y mantener a su curia viviendo del cuento. Practicando en cada sitio bajo el amparo de independencia asamblearia, lo que les da la gana, así vas a los pueblos en los que gobiernan y compruebas la corrupción campando a sus anchas”.

Y es que, por si no se sospechaba ya de antes, las vías democráticas de este país están agotadas.
Probablemente desde hace 30 años, cuando las fuerzas capitalistas terminaron de extender sus tentáculos para controlar que nada se les escapara de sus manos ni de sus intereses.

Aunque siempre hay esperanza, por pequeña que sea la luz al final del túnel, y no únicamente la movilización ciudadana se basa en la protesta, sino que se están conformando pequeños partidos políticos de gente honrada (al menos bastante más que los calados de poder que nos gobiernan) dispuestos a tomar partida en el juego democrático.

Estos partidos surgidos del pueblo, desafortunadamente cuentan con poquísima fuerza y aún menor presupuesto, pero algunos de ellos se encuentran sumergidos en un proyecto bastante atrayente.

Constando principalmente dicho propósito en un acuerdo de mínimos.
Una congregación de multitud de mini-partidos, en la que se aglutinan desde la derecha a la izquierda, desde los falangistas a los anarquistas.
Una suma de diferentes ideologías que quedan relegadas en un interés común, la necesidad.

Ante las penurias de esta última crisis y el cúmulo de los derechos sociales eliminados, las precariedades laborales, las condiciones miserables, etc. Existe un fondo común en que parte de la diversidad tanto de partidos de izquierda como de derecha, se dan la mano por el provecho colectivo.


Si bien la convivencia política es difícil y el propósito se esta ejecutando de forma lenta, a los que algunos acusa a la disparidad de ideas.
Por mi parte que soy suspicaz y no perspicaz en temas políticos, me temo a que los acuerdos cuestan tantísimo, siendo algunos impracticables, también por cuestiones de avaricia.

Cuando una persona lleva unos años conformando un partido, bajo un ideario y un enorme esfuerzo por constituir una plataforma y ganar partidarios, que una fusión te pueda dejar relegado, a algunos sujetos puede que no les resulte del todo de su agrado.

Más si algunos de esos partidos, ya han comenzado a percibir subvenciones estatales, a las que habría que sumarle las cuotas de los afiliados y las donaciones.
Por ahí se puede divisar una creciente fuente de ingresos, que labrándose poco a poco, puede llegar a ser suculenta, como para que una unión de partidos te deje sin el cargo.


Pero no toda la condición humana es perversa y muchos partidos independientes hasta rechazan las subvenciones y mantienen una cuota nimia con la que sufragar el local y otros gastos.
Gente digna y preparada para una futura ocupación política, centrada en potenciar la prosperidad del país y mejorar las condiciones de la ciudadanía, sin olvidar que el funcionamiento del mundo es capitalista.


Tales personas que comienzan a conformar fuerzas nuevas para quitarnos a esta carroña de encima, bien merecen mostrarle un poco de nuestra atención y si no es con el apoyo de nuestro voto, voto que por una vez beneficiaría a la mayoría, al menos resulta conveniente informarnos de su existencia.

Ya que en el futuro, este país, en fases de crisis o de bonanza económica, está roto. Y cuanto antes se asuma y se comprenda quienes y porqué lo han desarticulado, antes podrá ser recompuesto.



 
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España, tres décadas de un país en venta.

37 años hace de la muerte de Francisco Franco, una defunción que dio lugar al primer paso hacia la democracia, aunque quizás con el transcurso del tiempo no hayamos hecho más que cambiar una dictadura por otra, encontrándonos realmente en una plutocracia (gobierno centrado al favor de los más acaudalados).

Durante los años de transición, la documentación no refleja unos claros indicios de la venta de España, por lo que omitiré comentarla, ya que la desarticulación de nuestra nación como potencial país prospero, el tema a tratar, da comienzo y se comprueba mucho mejor en los gobiernos posteriores.

Aunque “venta” no es del todo la palabra apropiada para explicar el expolio que hemos ido sufriendo. Un robo paulatino a medida que se ha ido creando progreso, en un embargado gradual mantenido bajo la máscara de que nos repercutía beneficiosamente.
Una realidad que ya no se encuentra en la boca de una ínfima minoría, a la que hasta hace relativamente poco, ni siquiera se le daba voz, sino que se ha vuelto una objetividad ante los ojos de todo el mundo, abofeteándoles continuamente la cara y ya depende de cada cual, si desea seguir sin verla.



Cronología de un engaño.


Por eso antes que nada, un reconocimiento a esta minoría, que se digna de encomio, estableciendo un paralelismo con la historia reciente del Partido Socialista.

En los primeros años de la transición, los más visionarios, negaban que el PSOE fuese un partido de izquierdas y hasta sabían que tras su fachada no se escondía más que los intereses encubiertos de quienes no desean el bienestar de la población, sino el propio, el de los dueños de Felipe Gonzales & Cía. A cambio del enriquecimiento de la cúspide del partido.
Verdaderas mentes brillantes que vislumbraban el teatrillo tras el que se escondía el salvaje neoliberalismo que se iba a montar.
Increíble la agudeza mental con la que contaran este pequeño grupo, para ver las mentiras antes de que entraran en acción.

Antes de las elecciones de 1982, el partido por boca de su presidente abandonaba el marxismo, aunque seguiría conservando su sigla de socialista, lo que produjo un desencanto, pero mayoritariamente se comprendió como necesario.

Lo que hizo que a los que tuvieron más luces se les cayera la venda, fue durante su primera legislatura, donde se comenzó un escueto desarrollo de las infraestructuras y las inversiones sociales, a la par que se bajaron las pensiones y se subieron los precios, el tipo de interés, los impuestos y se desmantelaron multitud de industrias.
Era la solución a la crisis que se inicio en 1979, pero por mejor que lo publicitaran, unos pocos opinaban que así no solventaba los problemas un verdadero partido de izquierdas.

Tras la incorporación en la Unión Europea y con un respaldo mayoritario en las elecciones, en 1986 el PSOE es relegido, en el comienzo de un espectacular crecimiento económico, tanto estatal como internacional, donde la recaudación del gobierno no tuvo precedentes, en parte gracias a la llegada de los fondos europeos, lo que permitió una inversión pública como nunca se había visto; autovías, aeropuertos, mejoras de los servicios sanitarios, educativos, etc.
Sin embargo, los niveles de paro se mantenían altísimos y las desigualdades sociales iban en aumento.
Los trabajadores poseían cada vez menor poder adquisitivo, mientras que la patronal aumentaban sus ingresos. A algunos pocos, esto no les parecía ni socialismo, ni socialdemocracia ni siquiera justo.

Aunque como el desengaño, sólo pertenecía a un pequeño conjunto, el partido socialista volvió a conseguir mayoría en su tercera legislatura de 1989.

Mientras las familias menguaban su consumo, la prosperidad económica del país proseguía, persistiendo el proyecto de modernización hasta toparse con la crisis a escala internacional de 1990.
Aunque en realidad, en nuestro país se retrasó por 2 años gracias a las enormes financiaciones que se llevaron hasta la fecha, más los importantes eventos de la EXPO de Sevilla y las olimpiadas de Barcelona, lo que conllevó no sólo una enorme mejora de estas ciudades, si no también una nueva autovía Madrid-Sevilla y la línea del AVE.
Pero todas estas inversiones se convirtieron en deuda, al no poder retrasarse más la crisis nacional que sufría el severo agravamiento del precio del petróleo, debido a la guerra del Golfo, la balanza de pagos negativa, el déficit de la mayoría de las administraciones públicas, por un gasto que no podría catalogarse de mesurado y otro subconjunto de factores. En estos años, se desbocó la inflación, la tasa de paro elevada, se disparó del 16’1% al 24’1 y multitud de empresas no pudieron soportar el fuerte golpe de la depresión, teniendo que ser cerradas.
Otro perjuicio a destacar, fue la coincidencia con la peor sequía en España del siglo XX, lo que dañó enormemente al sector agrario.

Pero si algo desgasto e hizo mella en el gobierno de Felipe Gonzales, fueron los casos de corrupción que comenzaron a surgir.

En las elecciones de 1993 por primera vez el PSOE tuvo que formar gobierno de coalición, pactando con Convergencia i Unió.
Una legislatura, marcada por el destape de exorbitantes casos de corrupción más otros escándalos políticos, mermando así la confianza en el gobierno felipista, que vio colmada la tensión política por la ruptura del pacto con CiU, que votó en contra de los presupuestos generales, lo que motivó unas elecciones anticipadas de 1996, con una sensible bajada en el número de votantes socialistas y el vencimiento muy reñido del Partito Popular.

Tras el inicio de recuperación de 1995, en 1997 se sale de la crisis y España entra en una década de prosperidad económica, propulsada enérgicamente por el gobierno del Partido Popular, aunque lamentablemente tanto el impulso como la bonanza son efímeros, pero es algo que veremos mas adelante.


Sirva este primer bloque como elogio a esas personas de agudo criterio, que les permite ver tras las máscaras y conocer lo que va a acontecer antes de que se produzcan los hechos, percatándose de los derroteros.
También alabar a todas esas personas desengañadas, que renegaron de las siglas que falsamente representaban su ideología.
Así como la desilusión de todas esas personas de izquierdas, que se le abrieron los ojos ante un gobierno que no cumplía con lo que las directrices de sus doctrinas dictaban.
Y por último desdeñar a todos aquellos que persistan en la infantil esperanza, manteniendo su voto.
Hacia unos gobiernos que nunca han sido de izquierdas, sólo con el único afán de aparentarlo, escondiendo un partido de derecha liberal que otorga caramelos sociales, para sostener su imagen.

Desde el principio la “S” y la “O” del PSOE se tambaleaban y rápidamente se cayeron al fango, por eso pasados más de 31 años de su primera envestidura al poder, a su electorado no le puedo guardar demasiada simpatía. No porque al partido al que votan, les engañe haciéndose pasar por socialdemócratas o con un falso enfoque de provecho para la clase obrera (este disfraz, ya no saben ni cómo ponérselo) sino porque han sido unos gobiernos que han creado mayor desigualad, injustica y perjuicio para el pueblo de la nación, y lo que posee todavía más difícil remedio, el mutilamiento de las vías de riquezas.
De esto último tratará el segundo bloque.



Encadenando una Nación.


Para entender el porqué este país lleva más de 3 décadas prostituyéndose y liquidándose a sí mismo, retrocedamos de nuevo en el tiempo, hasta retornar al presente, mostrando por el camino el proceso de expolio.
Con otra mirada diferente a la expuesta. Una óptica más dolorosa y menos superficial para poner de relieve cual es el verdadero legado de los partidos políticos que nos gobiernan.
Los que nos han conducido al atolladero de ser un país especializado en una facción del sector servicios, que genera una economía precaria e insuficiente para todo el estado.


Proyecto de Reindustrialización.

Las primeras lesiones graves, fueron producidas por el proceso de “reindustrialización y reconversión industrial” como forma de cura a la crisis que empezó a padecerse en 1979.

Tal transformación significaría el desmantelamiento de buena parte de la industria pesada más obsoleta.

De cara a la producción futura, las unidades industriales que se mantuvieran deberían adaptarse al nuevo ciclo tecnológico y al mercado, reorientándose en productos de mayor demanda, sin intentar competir en los sectores maduros, tanto pesados (minería, construcción naval, siderurgia) como ligeros (calzado y textil), con los menores costes laborales de los nuevos países industrializados; aplicando nuevos sistemas de organización y de gestión.

Se intentó ajustar la oferta a la demanda mediante la eliminación del exceso de capacidad, cerrando instalaciones y ajustando las plantillas laborales con todo tipo de medidas (regulación de empleo, despidos definitivos, prejubilación, etc.)

Impacto social en el País Vasco dada la reconversión
El Plan de Reindustrialización Sectorial se centró más en el saneamiento que en la reforma, procurando como objetivo la estabilización económica, ocasionando recortes importantes en la capacidad productiva de las empresas de los sectores más tradicionales, el cierre de multitud de fábricas vetustas y la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Así en 1974, España era la décima potencial mundial a nivel industrial, pero debido a las debilidades del sector que eran más que patentes, con el consecuente detrimento de la demanda por época de crisis y a este plan instaurado en 1984, podría decirse que pasamos a reconvertir la industria a la nada.
De la transformación de métodos de producción arcaicos, a la modernización de menor tejido industrial.

Si bien la intencionalidad del gobierno era distinta, al menos cara a la ciudadanía, llegando las inyecciones monetarias a la cifra del billón y medio de pesetas, que desafortunadamente o no presentaron el suficiente apoyo para reconvertir sectores anticuados (aunque productivos) o no fueron del todo bien empleados. Sea como sea, el tejido industrial viejo y obsoleto, sufrió un duro golpe con esta crisis, quedando mermado y cercenado, lo que se tradujo en un saneamiento económico al prescindir de este lastre en la depresión, favoreciendo el reflote nacional, pero no así en el capital de los empresarios y despedidos.

Aunque cabe destacar, que no en todo el tejido industrial sufrió detrimento como el químico, cuero y textil, metalúrgico, naval, etc. Sectores como el energético y en menor medida el de automoción, si salieron beneficiados actualizando sus estructuras e intensificando su rendimiento.


Ingreso en la Comunidad Económica Europea.

El segundo gran impacto que sufrió el país en sus vías de desarrollo económicas, se produjo al aceptar las condiciones presentadas para el ingreso en la Unión Europea, cuyas peticiones nos fueron nefastas.


Fin de las prerrogativas.
En 1970 se había firmado un acuerdo que resultaba preferencial para España, ante tal acusante desigualdad, los países comunitarios consideraban desequilibrado este favor, tanto por disfrutar de aranceles propios para la importación, como por las rebajas de impuestos a las exportaciones. Así el ICGI (Impuesto de Compensación de Gravámenes Interiores), suponía una importante protección adicional para nuestros productos, aumentando el precio de los procedentes del extranjero que veían encarecer su valor dificultando su competencia con los nacionales.
Mientras que con la Desgravación Fiscal a la Exportación (DFE) implicaba una subvención o un abaratamiento de los impuestos nacionales hacia los productos que se exportaban.

Con lo que al ingreso en la CEE (Comunidad Económica Europea) España se equipara al resto de países miembros, haciendo desaparecer todos lo aranceles y restricciones sobre el intercambio de los productos comunitarios, estableciendo la TEC (Tarifa Exterior Común) para el resto de países no pertenecientes.


Agricultura.
En 1982 nuestra producción agrícola suponía aumentar en un tercio la suma total en la productividad de los países miembros, con grandes excedentes de vinos, frutas y legumbres que competían con el producto francés e italiano.
Por lo que para evitar que nuestra alta producción siguiera en pugna con el establecido mercado europeo, se tomaron medidas para la limitación y disminución del cultivo del olivo, de la fresa, de los viñedos, la vid, olivos, cereales, derivados lácteos, etc.
Lo que nos creaba un doble perjuicio, pues restringíamos nuestra producción vendiendo menos y al ingreso en el mercado común, nos afectaba negativamente por aumentar el precio de nuestros artículos al equiparse al de los países miembros, para no crear desigual competencia.
Así que nuestro propio comercio interior, vio cómo se encarecían los productos que antes consumíamos mucho más baratos.

Se podría proseguir relatando con ejemplos y detalles a decenas, las medias ha tomar desde nuestra incorporación a la CEE hasta hoy, como la casi extinción del cultivo de algodón por influencia francesa, pero un par de imágenes en gráficas, valdrán por todas las exposiciones.
De aportar un 33% más a la obtención total de los 9 países miembros en 1982, hemos pasado a la mitad de lo que produce Francia, situándonos por detrás de Italia.
Resultando evidente que las restricciones a la producción y comercialización, y la regulación de precios por los mandatos europeos, nos son severamente contraproducentes.
A cambio percibíamos subvenciones (que ni sirven para la supervivencia de los jornaleros, aunque enriquece aún más a los latifundistas) que dilapidan la que podría ser una de las principales fuente de ingresos.


Pesca.
España era la principal potencia pesquera europea y la cuarta del mundo, al temer los estados comunitarios su competitividad, le impusieron unas condiciones draconianas de carácter represivo y discriminatorio en las negociaciones para su ingreso.

Prescribiendo un régimen transitorio por el que se excluía el acceso de los pesqueros españoles a los mares Báltico y del Norte durante diez años y al caladero Irlandés; Irish Box, hasta el año 2002. Se limitó a 300 el número de buques que podían faenar en las aguas comunitarias –no más de 150 de forma simultánea–, obligándoles a informar de sus entradas y salidas de dichas aguas, mientras se les imponían sanciones especiales.
Asimismo, se requería la finalizaron de los provechosos convenios pesqueros (rentables pactos con Marruecos, la salida de la organización de pesquerías del Atlántico Norte con la consecuente pérdida del poder y peso asentados, y nos exigieron retirarnos de las Organizaciones Internacionales de Pesca) para ser sustituidos todos ellos por la Comisión Europea que no velaba especialmente por el interés español.

Un varapalo importante para nuestra imponente flota pesquera, por la imposibilidad de faenar por varias zonas durante una década. Condiciones que no fueron anuladas en su totalidad llegada la fecha, continuando las limitaciones a lo largo del tiempo, teniendo que formar empresas conjuntas con otros países para poder pescar.
Si bien en la actualidad, el panorama pesquero ha cambiado drásticamente, encontrándose en nuestros tiempos los caladeros comunitarios (donde se prosigue discriminando a España) explotados o sobrexplotados, con sus recursos casi agotados.

Tal discriminación se demuestra con el ejemplo de que con una capacidad del 29%, España sólo recibe una cuota del 11% (6% en las aguas comunitarias), mientras que Dinamarca, con capacidad del 5%, recibe una cuota del 41%.
Lo que nos transformó de ser un país exportador a importador, en materia de pesca (y en tantas otras…)
De hecho a efectos estadísticos, nuestro país se come en 4 meses su cuota de pesca, teniendo que importar en los 8 meses restantes, pescado de terceros países.



Otros factores.


– Para no rivalizar principalmente con la industria láctea belga y alemana, se redujo gradualmente la producción de leche, por lo que se sacrificaron más de 2'2 millones de vacas con una pérdida de 180.000 pequeñas producciones ganaderas de ámbito familiar.

– La producción del acero se vio reducida en un 16%.

– Con la segunda reindustrialización en 1991 (bajo la supervisión europea) se diezmo la gran industria siderúrgica así como la naval, se desmantelaron los Altos Hornos de Vizcaya y Sagunto, la Ensidesa de Avilés y el desmembramiento de las grandes industrias textiles catalanas.

Etc.

Así con un sector primario que se iría deshabilitando a lo largo del tiempo y un sector industrial atrasado que no se adaptaba, ni expandía ni se modernizaba adecuadamente, España creció por la única vía que no tenía capada, el sector servicios.


Beneficios.
Es innegable que el caudal financiero recibido de la UE en forma de; subvenciones, incentivos para la reforma, fondos estructurales y de cohesión, etc. Sumando un total de más de cien mil millones de euros, han transformado el país sustancialmente.
Reformándolo radicalmente en estos 27 años y entre otras compensaciones, mejorando sus bienes sociales, especialmente en educación y sanidad. (Pero tal y como dice precisamente un dicho de nuestro país; Nadie regala duros por pesetas).

Pero hablar en detalle sobre las ganancias que se han llevado nuestros inversores gracias a nuestra incorporación en la UE, es un apartado tan interesante como complejo, que daría para otro tema.
Aunque a grandes rasgos, se deduce de éste.



Conclusión personal de este apartado.

Durante nuestro ingreso y permanencia, España ha tenido que aceptar unas condiciones excesivamente duras, aceptando las exigencias de la Comunidad en forma de limitaciones o largos períodos transitorios, para aquellos sectores españoles más competitivos o para aquellas cuestiones en las que los miembros de la CEE podían verse perjudicados.

De este modo, España ha condicionado su crecimiento económico por caminos que no le dejaban recorrer y por otros que sí, sustituyendo ciertos sectores industriales por servicios y enfocando nuestros pilares económicos, principalmente en el turismo.


Desconocemos lo que habría sido de esta nación sin la incorporación a la CEE o si las negociaciones hubiesen sido bien distintas.
Contamos con los hechos del pasado, como que España antes de su ingreso crecía a buen ritmo, incluso con un aumento superior a países comunitarios más adelantados, aunque por otro lado, nuestros sectores productivos se adaptaban mal a los tiempos, quedando muchos de ellos desfasados o deficitarios.

Lo que sí se manifiesta evidente, es que con los mismos políticos que tenemos, el camino hubiera sido prácticamente el mismo, vendiéndonos, prostituyéndonos o plegándonos de similar forma al mejor postor.

Aunque de lo que sí tendré el atrevimiento de figurar, por el amago de cotejar el avance, es de hacer una comparativa con la forma de vida en la época de los 60s ó 70s y la actual. Sin entrar en temas escabrosos de una atroz dictadura.
En mi humilde opinión, pese a que la equiparación dificultosa, en aquellos años oscuros o grises, el ciudadano español medio poseía una calidad de vida semejante a la contemporánea, aunque a simple vista se diría que éramos más pobres, antes con el sueldo de una persona se mantenía un hogar de tres o cuatro hijos.
Sin embargo, con un mero salario a día de hoy, no da para una pareja y un único hijo.
Siendo el coste de vida y sobre todo el de vivienda disparatados, y es gracias a la incorporación de la mujer en el mundo laboral, por la que ahora una familia puede vivir mejor y tener más hijos.
Claro que actualmente disponemos y deseamos mayor confort.
Hace no demasiado tiempo, pocos ciudadanos disponían de coche, ahora casi todo el mundo los tiene, hoy en día se encuentra un televisor casi por cada sala de la casa, cuando antaño sólo se hallaba uno por vivienda, en la actualidad disponemos de mayor número de electrodomésticos, PCs, móviles, vestimos y calzamos mejor, etc.
Por lo que en conjunto, aún con mayor confort y consumo, los resultados no dejan de ser similares en 50 ó 40 años, poseyendo un poder adquisitivo superior, pero sólo si consideramos que entran dos sueldos por vivienda, así que la conclusión podría ser que tenemos la misma calidad de vida, estando congelados en el tiempo, prosiguiendo la ciudadanía en una vida que bordea la precariedad, con grandes dificultades para llegar a final de mes, por más ‘desarrollado’ que se haya vuelto el país.
En mi opinión personal, definiría de paralización, el avance social en 40 años.

Opiniones personales al margen, que divago, prosigamos en el segundo bloque con otro de los primordiales factores de la venta (o de la prostitución barata) de nuestro país.


Privatización sin excepción.

Durante décadas se nos ha venido inculcando las maravillas de la privatización, que si lo público era deficitario, que no compensa, que lo privado es lo válido, lo que genera lucro y empleo… Por cuanto resulta curioso, que cuando una empresa pública deficitaria y sin posibilidad de generar riqueza se pone a la venta, bastantes corporaciones privadas ansían cazarla, generando en breve sorprendentemente ganancias donde antes sólo había ruina (enorme mentira en multitud de casos por parte de la política).
De cualquier modo, si fuera esto cierto ¿Acaso lo público no puede funcionar como lo privado?
La respuesta es que si se quisiera, se podría y aún mejor, como en el caso de las cajas de ahorros durante años (hasta la infección política) y también podrían considerarse así a multitud de empresas, como a Telefónica. Ejemplo que veremos posteriormente.

Pero antes contemplemos que parte de las empresas que se han vendido a precio de saldo o semi-regalado, generaban unos enormes beneficios al estado (por algo se llamaban las joyas de la corana), y cuando un estado se queda sin más fuentes de ingresos, alcanzando altos niveles de deuda, de lo único que le puede seguir extrayendo caudal son de los impuestos a la ciudadanía.
Por eso en caso de que el balance estatal sea deficiente, se suben los impuestos, y de proseguir la recaudación siendo inadecuada, se elevan aún más y se procede a recortes sociales y de los derechos.

Pero bueno, dije que no era un tema de opinión dada la extensión, así que vayámonos a los hechos objetivos; los datos.


Privatizaciones durante el gobierno socialista.
En la primera etapa de la “reconversión industrial”, la mayoría de las privatizaciones fueron de pequeñas o medianas empresas, por la justificación de que no disponían de dimensión suficiente para competir en el mercado. Dando comienzo el proceso privatizador en 1985 en la venta de Textil Zaragoza, cuyos trabajadores presumían de elaborar la mejor moqueta de la península y en cuya transacción de venta estuvo interesada una empresa alemana, que no terminó por adquirirla.
A partir de aquí, el proceso de privatización tanto a compradores nacionales como internacionales no cesa en empresas de menor o mayor tamaño, como las de automoción, SEAT y ENASA. También a destacar TRASATLANTICA (transporte marítimo), Viajes Marsans y ENTURSA (turismo), SECOINSA y TELESINCRO (electrónica), La Maquinista Terrestre y Marítima, ATEINSA y Fábrica San Carlos (bienes de equipo), G. E. Álvarez y ARTESPAÑA (artesanía), y La Luz, OESA, más otras pequeñas empresas de alimentación, además de empresas de menor entidad pertenecientes a estos y otros sectores productivos.

Entre tanta venta, hubo asuntos que se pueden calificar de muy turbios u opacos, como en el caso de SEAT, en el que nos detendremos por un momento:

La solución final tomada por el gobierno de Felipe González, fue la inyección en la caja de SEAT de 180.000 millones de pesetas, para luego vender un primer paquete accionarial a Volkswagen por 40.000 millones de pesetas. Alguna fuente señala que cuando se vendió SEAT a Volkswagen, Fiat mostró su descontento, haciendo ver que en esas condiciones también se habrían quedado ellos con SEAT.
Posteriormente se vendió a Fiat, la rama de vehículos pesados, Iveco, fabricadora de los camiones Pegaso. 


Un total de unas 90 empresas privatizadas durante la etapa socialista hasta el año 1996, 70 de ellas mediante Venta Directa y 20 privatizadas mediante Oferta Pública.